¿Qué son los Microorganismos?
Usualmente cuando hablamos de la tierra, en lo que menos pensamos es en toda la vida que habita en ella. Al igual que en el mar, la tierra está llena de muchos seres de distintos tamaños; unos que se pueden ver fácilmente como los gusanos o escarabajos, y otros mucho más complicados de verlos, a menos de que se utilice un microscopio.
Los microorganismos, como su nombre lo indica, son organismos diminutos que sólo pueden ser percibidos a través de la ayuda de un microscopio. Cuando hablamos de los microorganismos del suelo, realmente hablamos de cuatro grupos; bacterias, hongos, protozoos y nemátodos.
El que sean imperceptibles al ojo humano, no quiere decir que sean menos importantes que el resto de macroorganismos que sí lo son.
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También es importante mencionar que hay dos tipos de microorganismos. Aeróbicos y anaeróbicos. Aeróbicos quiere decir que necesitan aire para vivir y, anaeróbico, que no lo necesitan para subsistir. Éstos últimos, suelen ser los causantes de las enfermedades en nuestras preciadas plantas.
Los microorganismos, como su nombre lo indica, son organismos diminutos que sólo pueden ser percibidos a través de la ayuda de un microscopio. Cuando hablamos de los microorganismos del suelo, realmente hablamos de cuatro grupos; bacterias, hongos, protozoos y nemátodos.
El que sean imperceptibles al ojo humano, no quiere decir que sean menos importantes que el resto de macroorganismos que sí lo son.
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También es importante mencionar que hay dos tipos de microorganismos. Aeróbicos y anaeróbicos. Aeróbicos quiere decir que necesitan aire para vivir y, anaeróbico, que no lo necesitan para subsistir. Éstos últimos, suelen ser los causantes de las enfermedades en nuestras preciadas plantas.
​Cómo los microorganismos cambiaron nuestra vida
Cuando llegamos a La Gomera en el 2019, llegamos con mucha ilusión de poder tener nuestra huerta ecológica y autoabastecernos. El deseo era tal, que las semillas que teníamos las aplicamos sin pensar mucho.
El deseo era tal, que las semillas que teníamos las aplicamos sin pensar mucho. Pasaron los días y casi nada germinó. Y las que sí lo lograron, enfermaron inmediatamente. Intentamos varias veces, y no teníamos éxito.
Nuestros vecinos que veían lo que estaba sucediendo, nos decían que debíamos aplicar agroquímicos porque si no, iba a ser imposible. Así es como ellos llevan haciéndolo desde hace años.
El uso de químicos nunca fue una opción para nosotros y necesitábamos saber qué estaba pasando en el suelo. Así que nos pusimos a investigar, a estudiar y a analizar qué estaba sucediendo en el terreno. Ahí pudimos darnos cuenta de los distintos problemas que estaban afectando a la finca, y decidimos dar un paso más.
Dentro de las investigaciones que hicimos, encontramos sobre la importancia de los microorganismos en el suelo; honestamente, jamás habíamos escuchado sobre el tema por lo que nos hizo caer en cuenta de la carencia educativa existente.
Y así comenzó nuestra primera aventura con los microorganismos. Conseguimos nuestro microscopio y empezamos a analizar el terreno. Sólo veíamos bacterias, y el resto de microorganismos, brillaban por la ausencia. Analizamos el suelo del Parque Nacional Garajonay, y pudimos apreciar toda la vida que nuestro terreno estaba careciendo. Poco a poco la información aprendida tenía más sentido, más lógica.
Nuestra pasión por esos bichitos iba creciendo, así que decidimos dar los siguientes pasos. Comenzamos a hacer nuestro compost termófilo o de alta temperatura, nos metimos a estudiar sobre las lombrices y su magnífico trabajo, preparamos nuestra vermicompostera, comenzamos a hacer extractos de compost y de humus, y poco a poco, la huerta comenzó a recobrar la vida.
Las plantas existentes comenzaron a dar frutos, a enfermarse menos, y a crecer más. Iniciamos pruebas de zonas con y sin compost termófilo, para poder compararlos y mostrarle a la gente de que sí es posible recuperar la tierra de forma ecológica y sin todos esos productos que nos recomendaban.
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Por esta y muchas razones más, los microorganismos cambiaron nuestras vidas.
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